"Mi pasión es acompañar a las personas y a los equipos a que desarrollen todo el potencial que tienen, que se plateen los retos que de verdad necesitan y vayan a por ellos" |
"Las personas somos mucho más de lo que creemos que somos, a pesar de las dudas o los miedos, podemos sacar todo el potencial que llevamos dentro y afrontar la vida y el trabajo desde nuestra mejor versión. Ese es el reto y eso es lo que me ha llevado a dedicarme al Coaching y a la Inteligencia Emocional.
Utilizo herramientas de la Programación Neurolionguística, del Coaching, del liderazgo o de los equipos de alto rendimiento para que caminemos hacia tu objetivo y disfrutes de un proceso personal o profesional que te cambiará la vida".
Es además una invitada recurrente en nuestros eventos como en el Foro de Talento Público que organizamos en Denia en 2023.
Las metodologías ágiles se sustentan en un conjunto de valores y principios que priorizan la flexibilidad, la colaboración y la entrega continua de valor. El marco referencial de estas metodologías se recoge en el Manifiesto Ágil, un documento que, aunque breve, es profundamente significativo.
Este manifiesto subraya 4 valores fundamentales; la importancia de individuos y sus interacciones por encima de procesos y herramientas, el software funcionando más que la documentación exhaustiva, la colaboración con el cliente más que la negociación contractual, y la respuesta ante el cambio más que el seguimiento de un plan.
Una de las claves más importantes para que el cambio organizacional hacia la agilidad tenga buenos resultados es que hay que partir de una “mindset Agile”. Esto implica poner el foco en 3 elementos fundamentales: Identificar, Priorizar y Mejorar continuamente.
Principios del Manifiesto Ágil
Para empezar, es conveniente adentrarnos en la propuesta recogida dentro de la filosofía Kaizen, lo que significa que hay que ir haciendo pequeñas mejoras de forma continua. Los cambios hay que realizarlos poco a poco, empezando por un departamento o proyecto abarcable para que se vean los resultados y se pueda ampliar el marco de intervención.
Desde el inicio hay que tener las alianzas tanto del equipo técnico como de responsables políticos y seleccionar una acción, proyecto o reto que tenga una duración determinada de unas 4 semanas (sprint). La propia metodología permite la adaptabilidad y la mejora permanente, lo que es fundamental cuando estamos dando los primeros pasos.
Una vez finalizado el proceso, se termina con la sesión de evaluación, lo que se conoce como retrospectiva del sprint.
En qué consiste el Método SCRUM
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El método Scrum es un tipo de framework basado en la iteración. Se centra en la entrega de valor de forma continua e incremental a intervalos de tiempos fijos. |
A la hora de implementar las metodologías ágiles, se pueden establecer las siguientes directrices:
Vivimos en un momento en el que la única constante es el cambio, por lo que las administraciones públicas han de apostar por las metodologías ágiles para transformar la forma en que enfocan su trabajo, ofreciendo servicios más eficientes y alineados con las necesidades de los ciudadanos y ciudadanas.
Pero, ¿qué implica realmente esta transformación y cuáles son sus beneficios?
La transición hacia metodologías ágiles no está exenta de desafíos. Abordarlos adecuadamente es crucial para garantizar el éxito de esta transformación.
Algunas de las dificultades que podemos encontrar son las siguientes:
Resistencia al Cambio hacia una mentalidad ágil: Uno de los mayores obstáculos es la resistencia al cambio, moverse de las inercias de trabajo hacia un enfoque más dinámico y flexible puede generar incertidumbre. Es fundamental abordar este desafío a través de la pedagogía y la creación de una cultura que valore la adaptabilidad, la colaboración y el aprendizaje continuo. Hay que partir de una mentalidad en agilidad.
Formación y adaptabilidad: La formación de los equipos de trabajo en las prácticas ágiles es esencial ya que metodología hay que adaptarla a la realidad específica de cada administración. Este proceso de personalización requiere un profundo entendimiento de los nuevos frameworks de trabajo y cómo pueden servir mejor a los objetivos específicos de la administración pública.
Medición de Resultados e Impacto: es fundamental establecer sistemas para medir el éxito de la implementación ágil. Esto implica definir indicadores claros de rendimiento que reflejen tanto la eficiencia del trabajo como la satisfacción de todas las partes implicadas en el proceso. Estos indicadores ayudarán a guiar la mejora continua y asegurarán que los esfuerzos ágiles estén alineados con las metas estratégicas de la administración.
En diferentes lugares del mundo, las administraciones públicas están adoptando metodologías ágiles para revolucionar y mejorar la forma en que trabajan, y ganar en productividad y positividad.
Algunos de los casos de éxito tanto en nuestro país como en otros países, son los siguientes;