Dentro de unas décadas, en torno al 2050, el 80% de la población mundial vivirá en ciudades. Serán urbes mastodónticas que funcionarán como pequeños estados, con autonomía decisoria y una infraestructura compleja y autosuficiente (“La Administración del 2050”, Carles Ramió Matas).
Para entonces, la Administración pública habrá tenido que sufrir un cambio estructural y adquirir una dinámica mucho más ágil que la actual, para adaptarse a la sociedad, la economía y la tecnología que habrá entonces.
Así lo cree Luis Posadas, Director General de Savia, para quien la arquitectura organizativa de los organismos públicos, definida por unas leyes centenarias, es insolvente y reacia por naturaleza al cambio, a la necesidad de mejora o a la innovación.
“En la Administración pública no hay conciencia de que los recursos son limitados y por eso no se persigue la optimización. El presupuesto es fijo, hagas lo que hagas y como lo hagas, y así la motivación de los trabajadores públicos es muy complicada”, afirma.
Como los incentivos están prohibidos por la legislación, cuesta mucho impulsar la iniciativa de los funcionarios y la tan mencionada innovación en las AAPP. Un término que para Luis están “desgastadísimo” y empieza a perder significado; igual que la digitalización, con la que se suele confundir.
“Muchos creen que por el mero hecho de digitalizar un proceso ya estás innovando, pero si no lo mejora ni sirve para ser más eficiente, entonces es inútil”. Luis opina que la digitalización en sí misma no sirve para nada pero “es una excusa muy buena para transformarse”, siempre y cuando antes de aplicarla se analice cómo se están haciendo los procesos. Si estos son ineficientes, como ocurre muchas veces en la Administración pública según él, “por mucho que innoves no se van a percibir los cambios”.
Tomando esta idea de innovar siempre y cuando se obtengan mejores resultados es como Posadas acuñó el término de optinovación (optimización+innovación), y que compartió por primera vez en el Congreso de Novagob 2017. Allí participó, junto a destacados miembros de la Administración Públicas, en un debate sobre la digitalización de la gestión de los recursos humanos.
“RRHH tiene que ser la palanca dinamizadora de la organización pública con políticas que impulsen el desarrollo profesional de los trabajadores”
¿Y por qué no se cambia la manera de hacer las cosas en la AP? “Porque siempre se han hecho así”, responde. Al final es la pescadilla que se muerde la cola: no hay voluntad de evolución y cambio y ese estancamiento se extiende por toda la organización.
Para que esto cambie el área de RRHH juega un papel esencial: “Tiene que ser una palanca dinamizadora que defina políticas que impulsen el desarrollo profesional de los trabajadores y eso se impregne en toda la organización”.
Pero para ello hacen falta perfiles de fuerte liderazgo, los cuales escasean en las AAPP, según Posadas. “Lo que se necesita son liderazgos ilusionantes que convenzan de que el cambio es bueno. Que inspiren, que les expliquen a las personas cómo va mejorar su día a día después del cambio digital”, afirma.
Aunque le tachen de “apocalíptico”, Luis sí cree que hay ayuntamientos cuyos responsables son grandes ejemplos del cambio. Como el caso del Ayuntamiento de Manlleu (Barcelona), “un ejemplo de optinovación y liderazgo”, y pionero en la implantación de sistemas desarrollo profesional en la AALL.
El Ayuntamiento de Manlleu, un ejemplo de optinovación y liderazgo, es pionero en la implantación de sistemas de desarrollo profesional en la AALL.
Para Luis Posadas ese es el patrón común de los ayuntamientos gestionados por líderes: el compromiso político con el desarrollo profesional como herramienta para mejorar el servicio público al ciudadano. La clave es no aplicar medidas cortoplacistas sino políticas de calado que tengas efectos estructurales; “pero eso no suele dar votos”, se lamenta.
Empresas como Savia jugamos un papel dinamizador del cambio en organizaciones y AAPP. Prendemos la mecha de la transformación digital desde una posición estratégica, ya que no sólo ofrecemos una herramienta digital sino que ésta sirve para mejorar y optimizar las prácticas y los hábitos de trabajo.