En un marco económico en constante cambio, donde cada vez es más importante el ahorro de costes y la mejora de los servicios, la opción del Business Process Outsourcing (BPO) se presenta cada vez más atractiva para muchas organizaciones. En los últimos años el Outsourcing ha despegado para ser la opción de despliegue más demandada.
Aparentemente, el Outsourcing puede parecer la solución para todas aquellas pequeñas y medianas empresas que quieran reducir y controlar costes que hasta hace poco eran inevitablemente elevados, y al mismo situar en manos de especialistas parte de sus funciones.
Esta mentalidad está fuertemente afianzada entre las empresas, pero ¿qué hay de la Administración Pública? ¿en que situación se encuentra la externalización de servicios?
Según un estudio realizado por la Universidad de Alicante, el panorama que encontramos en la relación entre la Administración española y el Outsourcing no se acerca al del resto de Europa. Entre nuestros vecinos del viejo continente se concibe el Outsourcing como una pieza fundamental para conseguir el éxito y la eficiencia en todos sus servicios; tanto para el empleado como para el ciudadano. Es el caso de Reino Unido o Alemania. Países de otros entornos como Nueva Zelanda, Australia también son pioneros a la hora de apostar por este tipo de soluciones.
Es de recibo por tanto, analizar que puede aportar la externalización y que puede aportar a la Administración Pública.
El mercado del Outsourcing es sin duda uno de los más saturados y por eso es necesario que ante una decisión de este tipo, se elija el proveedor adecuado. Apostar por el más especializado en el sector y la función necesaria es la clave del éxito. Su conocimiento dará seguridad a la Institución, transmitirá conocimiento y aportará expertos en la materia capaces de resolver cualquier trabajo relacionado con su área de especialización. No sólo eso, los proveedores especialistas del sector público, favorecen la transmisión de buenas prácticas entre administraciones, ya que conocen de primera mano las buenas prácticas y los errores a evitar. Muchas veces estos proveedores sirven como auténticos consultores de la función pública.
El fin de la Administración es volcarse en el ciudadano. Una decisión de externalización sirve a este fin ya que se accede a los conocimientos y capacidades de proveedores especializados. Permitiendo así, que el personal del sector público dedique su esfuerzo a tareas de valor añadido que repercutan directamente en los servicios que percibe el ciudadano. Todo empleado público debe asumir su responsabilidad para con los ciudadanos y la decisión de un proveedor de servicios externo debe ayudarle en la misión.
El Outsourcing permite un mayor control y visibilidad de costes que repercuten directamente en la eficiencia de la entidad. Además, permite obtener flexibilidad en la mano de obra ya que es el proveedor el que se encarga de las gestión de esos recursos. De esta manera los costes fijos se convierten en costes variables y los costes ocultos de la gestión de hacen visibles a través de los honorarios del proveedor.
Cuando una Institución Pública contrata servicios de Outsourcing está confiando en los expertos. Así, los ciudadanos de su municipio perciben como se está produciendo una profesionalización de la Administración, ya que delegan ciertas funciones a proveedores especializados gestionando la estrategia empresarial, igual que se hace en la empresa privada.
A pesar de las innumerables ventajas que puede tener la implantación de servicios de Outsourcing para las Instituciones, en España aún nos queda bastante camino que recorrer. Confiar y creer en la especialización de estos servicios es sin duda la vía más rápida para alcanzar el éxito. Pero es cierto que no todas las Instituciones Públicas pueden o deben externalizar sus servicios. Es necesario hacer un análisis previo de la situación para estudiar los pros y los contras de esta decisión.
Que el Outsourcing se asocie a una reducción de costes fijos no significa que sea la solución universal a los problemas de todas las organizaciones. Por eso es fundamental encontrar al proveedor adecuado que nos ofrezca la externalización de servicios que se adapte a cada situación.
De lo que no cabe duda es de que iremos viendo poco a poco cómo el outsourcing se introduce en las Administraciones Públicas y cómo los ciudadanos las perciben como organizaciones modernas en sistemas de gestión de servicios y personas.