Los últimos años estamos asistiendo a la adopción del SaaS en la gestión pública a un ritmo similar al que vivimos entre 2010 y 2015 en el ámbito privado. Según nuestro último estudio sobre la transformación digital en el ámbito de los RRHH, ya hay un 21,6% de ayuntamientos empleando soluciones basadas en cloud, y mucho de ellos están dando un paso más apostando por modelos de suscripción a software en la nube.
El número no crece porque los modelos SaaS generan dudas a los organismos públicos. Pero antes de ver cuáles son, repasemos en qué consiste este modelo de servicio en la nube.
SaaS son las siglas de Software as a Service. Dicho software (con sus aplicaciones y funcionalidades) está instalado en internet y se ejecuta en el servidor del proveedor que lo ofrece (como por ejemplo, Savia). Así el cliente no tiene que instalar nada, lo único que necesita es conexión a internet y desembolsar una cuota mensual por uso, para acceder a la información.
De lo anterior se deduce una de las ventajas que ofrece el modelo SaaS y en especial para los organismos públicos: la reducción del coste total de propiedad. Pagando esa cuota (que incluye, entre otras cosas, el mantenimiento del servicio), los clientes tienen acceso, además de al software, a una serie de prestaciones como el soporte técnico, las actualizaciones, la garantía de seguridad y confidencialidad de los datos y la disponibilidad continua. Prestaciones que en muchos casos serían inasumibles si las tuvieran que implementar y desplegar por sí mismos.
Otra de las ventajas del modelo SaaS frente a modelos propietarios es que el coste del segundo no termina con la adquisición del software, sino que hay que añadirle los costes de mantenimiento, actualizaciones, integración, además de otros asociados al hardware. En cambio al pasar a SaaS es el proveedor el que se encarga de hacerlo. Así, los costes son más claros y el cliente sabe desde el primer momento lo que va a invertir. Esto es muy interesante para los organismos públicos, a los que se les demanda transparencia y rendir cuentas ante la ciudadanía.
Entre los miedos más comunes de apostar por el modelo SaaS está la seguridad porque al alojar los datos en servidores ajenos los organismo públicos sienten que pierden el control de la información (que suele ser muy sensible). Sin embargo este temor es infundado, ya que los controles y el expertise que ofrecen los proveedores especializados son mucho más estrictos y avanzados en comparación con los que puede alcanzar el departamento de sistemas de, por ejemplo, un pequeño o mediano ayuntamiento.
De hecho son muchos los ayuntamientos españoles de entre 100 y 250 empleados que han sufrido “ataques” informáticos comprometiendo información confidencial asociada a empleados y ciudadanos, como la referente al padrón, salarios, etc.
Siempre se debe apostar por proveedores que ofrecen mayores garantías que otros; en Savia, por ejemplo, garantizamos el cumplimiento del Esquema Nacional de Seguridad (ENS), un mecanismo idóneo para satisfacer las recomendaciones de certificación recogidas en el RGPD y cuyo objetivo es fijar las políticas de seguridad necesarias en la Administración Electrónica para proteger la información.
Otro de los impedimentos que los organismos públicos ponen al modelo SaaS tiene que ver con una cuestión de “imagen”, al considerar la externalización de servicios una suerte de proceso de privatización. Nada más lejos de la realidad, ya que al contar con los servicios de un proveedor o partner tecnológico se logra la participación de agentes sociales en los procesos públicos, haciéndolos más eficaces y beneficiosos para el ciudadano.
Pero estas dudas están desapareciendo, la madurez de la Administración pública es cada vez mayor y los organismos son conscientes de las palancas que hay que activar para llevar a cabo una transformación digital efectiva.
Sólo en 2017 más de la mitad de nuestros nuevos clientes han apostado por el modelo SaaS; algunos ejemplos son la Mancomunitat Penedès Garraf, el Ayuntamiento de Elgoibar (Guipúzcoa) y el Ayuntamiento de Xátiva (Valencia), que se suman a los Ayuntamientos de Mejorada (Madrid), Nava de la Asunción (Segovia) y el de Benifaió (Valencia), entre muchos otros.
La Diputación de Bizkaia podría considerarse un early adopter del modelo SaaS, ya que lo emplea desde 2008 para su proyecto BiskayTIC. Es una fundación, pionera en materia de innovación, que emplea plataformas y aplicaciones informáticas como ginpix7 para gestionar de una manera más eficaz los servicios municipales.
BiskayTIC facilita los medios para la modernización tecnológica de más de 100 Administraciones Locales, a las que acompaña en el proceso de adaptación a los continuos cambios normativos y a la evolución tecnológica. Ahora la fundación se encuentra en un punto de inflexión para definir la estrategia que va a seguir en los próximos años, cuando las smart cities empiecen a consolidarse y para las que quieren estar preparados, tal y como nos contó recientemente su Directora General Alaitz Etxeandia durante el congreso Novagob 2017.
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