La conciliación se ha revelado como una estrategia fundamental a la hora de conseguir no solo una gran ratio de productividad sino también, un buen clima laboral con trabajadores públicos más felices que procuran de ese modo un servicio de mayor calidad a la ciudadanía.
En la Administración Pública española y más aún por proximidad al ciudadano la local, donde el servicio a la comunidad es primordial, la capacidad de los empleados para equilibrar sus responsabilidades laborales y personales tiene un impacto directo en la calidad de los servicios ofrecidos a los ciudadanos.
En este contexto, vamos a profundizar en el marco normativo que regula la conciliación laboral, los ejemplos prácticos de su aplicación, las consecuencias sociales y psicológicas para los empleados públicos y el impacto en el servicio al ciudadano.
La conciliación laboral en la Administración Pública Local Española está regulada principalmente por dos normativas: el Estatuto Básico del Empleado Público (EBEP) y la Ley de Igualdad. Ambas normativas han sido fundamentales para establecer un entorno laboral que permita a los empleados públicos gestionar sus responsabilidades profesionales y personales de manera equilibrada.
El EBEP, aprobado en 2007, es la principal normativa que regula las condiciones laborales de los empleados públicos en España. En su artículo 14, el EBEP establece el derecho de los empleados públicos a la conciliación de su vida personal, familiar y laboral. Este derecho se traduce en una serie de medidas y políticas diseñadas para facilitar el equilibrio entre las responsabilidades laborales y personales de los empleados.
La Ley Orgánica 3/2007 para la igualdad efectiva de mujeres y hombres, más conocida como Ley de Igualdad, ha sido otro pilar importante en la promoción de la conciliación laboral en la administración pública. Esta ley no solo promueve la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, sino que también introduce medidas específicas para fomentar la conciliación de la vida laboral y personal. Entre estas medidas se incluyen permisos de maternidad y paternidad, reducciones de jornada para el cuidado de hijos menores y familiares dependientes, y la promoción del teletrabajo.
Podrás descubrir como elaborar tu propio Plan de Igualdad conforme a la Ley leyendo nuestro artículo Tips para la elaboración del Plan de Igualdad.
Todo este contexto legal y normativo se traduce, se debe traducir en la toma de decisiones y medidas de directa aplicación. Vemos cómo.
La aplicación efectiva de este tipo de políticas de conciliación laboral tiene un impacto significativo demostrado tanto en el ámbito social como psicológico de los empleados públicos.
Así pues la capacidad de equilibrar las responsabilidades laborales y personales contribuye significativamente a cuidar de la buena salud mental de los empleados. La reducción del estrés y la ansiedad al poder gestionar mejor las responsabilidades personales y profesionales resulta en un mejor bienestar psicológico. Los empleados que pueden equilibrar su vida laboral y personal tienden a experimentar menos estrés y ansiedad, lo que se traduce en una mejor salud mental y una mayor satisfacción laboral.
Además, tener la posibilidad de equilibrar la vida laboral y personal hace que nos sintamos más satisfechos y motivados y los empleados satisfechos y motivados están más comprometidos con su trabajo y son más productivos.
Las políticas de conciliación ayudan a equilibrar las responsabilidades familiares entre hombres y mujeres, promoviendo la igualdad de género tanto en el hogar como en el trabajo. La posibilidad de compartir las responsabilidades de cuidado y las tareas del hogar contribuye a una mayor igualdad de género y a una distribución más equitativa de las responsabilidades familiares.
Las innovadoras políticas de conciliación laboral no solo benefician a los empleados públicos, sino que también tienen un impacto directo en la calidad del servicio al ciudadano.
Los empleados satisfechos y equilibrados tienden a ser más eficientes y a proporcionar una atención más amable y empática a los ciudadanos y tienen menos probabilidades de ausentarse del trabajo, asegurando que haya personal disponible para atender a los ciudadanos.
Empleados motivados y satisfechos estarán más predispuestos a participar en procesos de innovación y mejora continua permitiendo poner foco en su trabajo y participar así más activamente en la mejora de los servicios públicos.
La conciliación laboral también tiene implicaciones sociológicas importantes pues implica un cambio en la cultura organizacional. Los ayuntamientos y otras entidades públicas deben adoptar una cultura que valore y promueva el equilibrio entre la vida laboral y personal.
Este cambio cultural no solo beneficia a los empleados, sino que también contribuye a una administración pública más moderna y eficiente. La conciliación laboral no es solo un derecho, sino una estrategia clave para mejorar la administración pública local en España.
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