Recientemente hemos podido leer algunas noticias relacionadas con la actualidad del Anteproyecto de la Ley de Función pública que delimita las funciones entre funcionarios de carrera y personal laboral. Así y en materia de estructuración del empleo público, se prevé un plazo de seis meses para que el Gobierno pueda llevar a cabo, en caso necesario, la sistematización y racionalización de los cuerpos y escalas. Transcurrido el plazo fijado por la disposición adicional, este mandato solo podrá llevarse a cabo mediante ley.
En la próxima edición del Foro de Talento Público que se celebrará los días 23 y 24 de marzo en Denia, contaremos con la participación de Borja Colón cuya intervención precisamente girará en torno a la situación y actualidad de la dirección pública profesional. Borja es director general de Coordinación de Políticas Públicas de la Diputación de Castellón. Tanto por experiencia como por formación, es un profesional referente al que estamos deseando tener y escuchar en la cuarta edición del Foro.
Le pedimos unas primeras reflexiones al calor de la actualidad y de lo que será su intervención en marzo, un adelanto, un aperitivo de calidad que nos ponga en antecedentes y nos sirva de contexto para entender mucho mejor en qué punto estamos.
A grandes rasgos, ¿Qué supone el avance en el desarrollo e implementación de la Ley de la cual hemos tenido noticia la semana pasada?
“En términos generales, la aprobación de una Ley específica de función pública para la AGE puede calificarse como un avance significativo para la implementación de políticas públicas donde las personas – que son el principal activo de las Administraciones – puedan ser seleccionadas, evaluadas y reconocidas con mayores garantías que ahora”
Borja nos brinda además otra importante reflexión y es que la necesidad de acometer reformas de calado no será posible si antes no se trabaja para contar con unas estructuras y sistemas que permitan la buena gestión y el desarrollo del “músculo humano”. Con ese esfuerzo estructural será posible avanzar en cuestiones como la motivación y el liderazgo tan importantes en los perfiles directivos; “La nueva norma, aunque con carencias, allanará el camino a una mejor gestión de los recursos humanos en la AGE”
Entre los temas a los que se refiere la norma nos llama especialmente la atención la novedad de incluir la categoría de Directivo Público Profesional. Desde su experiencia, ¿Se trataría realmente de oficializar una figura que ya existe?
“La figura del Directivo Público Profesional existía ya desde la redacción original del EBEP en el 2027 sí, pero no existían – al menos en la AGE – puestos categorizados como tales. Es decir, que solo contábamos con el continente, pero no con el contenido. Sin embargo, tanto las CCAA como las EELL sí han podido seleccionar a DPP para sus organizaciones en la medida en que la normativa propia sí lo preveía.
Con todo y según nos indica Colón, el Anteproyecto de Ley de Función Pública de la AGE nace, sino lo modifican tras el período de consulta pública, con importantes carencias por lo que a la DPP se refiere, son oportunidades de mejora que se espera queden subsanados durante el tiempo de tramitación de la norma; “Presenta por ejemplo, un alcance muy limitado de la figura, dejando fuera de la misma a la mayoría de órganos directivos de la AGE, fundamentalmente a los Directores Generales; previendo un cese cuasi discrecional y no estableciendo reglas precisas de evaluación para dicho colectivo”
¿Nos podría definir el perfil del directivo profesional?
“Desde mi punto de vista, los Directivos Públicos Profesionales son empleados públicos ubicados en la cúspide de la pirámide administrativa para hacer de correa de transmisión entre los equipos de gobierno y la dirección técnica de las organizaciones. Ejercen competencias estratégicas clave que puede ser más generalistas o concretas en función del área en el que nos movamos, pero en todo caso deben ser capaces de contar con aptitudes tales como una conducta ética, la gobernanza y estrategia, el liderazgo e innovación, la creación y gestión de equipos, la orientación a resultados, la comunicación y transparencia, y la gestión de Recursos públicos”
Sin duda asistimos a un momento crucial, clave en la evolución de la Administración Pública donde los DPP están llamados a ser grandes protagonistas; “Capacitados técnicamente para abordar los innumerables desafíos que nos depara el futuro al sector público, en la medida en que su liderazgo también va a tener que basarse en la autoridad que le confiere el conocimiento y la experiencia acreditada en el desarrollo y la implementación de políticas públicas”